Los/las 250 participantes del EPA, realizado en Ecuador, Laicos/as, Mujeres, Hombres, Sacerdotes, Religiosos/as, Seminaristas, Diáconos, Jóvenes y Obispos delegados de 12 países del Continente Latinoamericano y del Caribe, convocados/as por el SEPAC y por la Pastoral Afro Ecuatoriana, después de reflexionar sobre la realidad del pueblo afro en el Continente, iluminados por la Palabra de Dios, acompañados por la presencia de la virgen María de Aparecida y alimentados por la Eucaristía, expresamos lo siguiente:
Seguiremos defendiendo los auténticos valores culturales y espirituales del pueblo Afroamericano y del Caribe, especialmente de los oprimidos, indefensos y marginados, delante de las fuerzas avasalladoras de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna (DA 532).
Continuaremos apoyando el diálogo entre cultura negra y fe cristiana y sus luchas por la justicia social, e incentivando la participación activa de los/as afroamericanos/as y Caribeños/as en las acciones pastorales de nuestras Iglesias y del CELAM (Da 533).
Denunciamos las amenazas en su existencia física, cultural y espiritual, en los modos de vida, en las identidades, en la diversidad, en su territorio y en sus proyectos de vida, que sufre nuestro pueblo afro en todo el Continente, como consecuencia de la globalización económica y cultural que pone en peligro nuestra propia existencia como pueblo diferente (DA 90); nos comprometemos a trabajar en la globalización de la solidaridad, exigiendo a los gobiernos nacionales, a las Organización de Estados Americanos y a las Naciones Unidas a que apoyen nuestros esfuerzos.
Asumimos la Misión Permanente propuesta por el CELAM con fe, esperanza y alegría, que nos permita vivir el nuevo Pentecostés eclesial, social y cultural, con la fuerza de la juventud participando en los procesos de desarrollo, la resiliencia de las mujeres, la ternura de los/as niños/as, la calidez de los hombres y la riqueza de nuestros mayores.
Este encuentro pastoral continental está cargado de muchos retos y de grandes esperanzas, motivados por las palabras del profeta Afro, Sofonías, el cual considera que cuando el pueblo se organiza y se deja guiar por Dios, se puede celebrar la fiesta de la vida: “nuestro Dios está contigo, por ti danzará y lanzará gritos de alegría como lo haces tú, en el día de la fiesta (Sofonías 3,15-17).
Guayaquil, Ecuador, 20 de Julio de 2012
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